lunes, 18 de abril de 2011

El fomento de lo eco-Ilógico

elhierrodigital.es      16/04/2011
A lo largo de nuestro recorrido por las carreteras de El Hierro encontramos las construcciones que actualmente se usan como paradas de guaguas. Tradicionalmente esas paradas fueron utilizadas para  la espera del camión de la leche. En ellas se reunían los pequeños ganaderos de cada pueblo, para entregar la producción lechera de su ganado diariamente.
A pesar de que los dirigentes políticos de esta isla se han jartado de decir que en la isla se ha apostado por un desarrollo sostenible y de que el principal motor económico de la isla es el sector primario, podemos encontrarnos hoy, con paradas desiertas y otras en su máxima agonía.
En mi pueblo sólo quedan cinco ganaderos que entregan leche. Son personas mayores que tienen sus cabras y ovejas sueltas en el campo. Donde el cálculo de la carga ganadera se hace absurdo. Comiendo hierbas forrajeras de la zona. Las cuales crecen de forma natural gracias a la lluvia.
Practican la trashumancia para dejar que la tierra y la flora se recuperen. A la hora de ordeñar, la mayoría de ellos van caminando porque no tienen coche. Transitando caminos tradicionales  repasando a diario los nombres de cada rincón de esta tierra.
Cargan en un saco o una talega un puño de millo para cada animal, a modo de golosina para que se dejen ordeñar y también así reforzar su alimentación.
Otros en cambio, no practican la trashumancia pero se encargan de segar la hierba  silvestre para llevársela al ganado. Son conocedores de plantas. Las cualidades de cada una. Practican un orden elegante a la hora de cosecharlas, garantizando así un abastecimiento continuo y anual de comida. Serrrajones, Tederas, Chicharacas, Hinojos, Tagasaste….todo, pero a su debido tiempo.
Conservan conocimientos que en muy poco tiempo desaparecerán por completo. Algo que puede parecer tan simple como es amarrar la carga en un burro.
La mayoría de ellos, por no decir todos, desarrollan esta actividad en terrenos que ni siquiera son de su propiedad. Arrienda o “Comprar el verde”. Conservando y cultivando el respeto a un trato realizado sin papel.
Esta descripción del la actividad ganadera tradicional de la isla de El Hierro es digan de salir en revistas de movimientos ecológicos, en charlas para el fomento del desarrollo sostenible, de la soberanía alimentaria, crisis energética o sobre la huella ecológica.
En cambio, no se les considera “dignos” de poder darse de alta como productores ecológicos. De forma resumida, se les aplica la ley y para ello se les exige que estabulen a los animales, que construyan salas de ordeño y compren millo ecológico.
Tratados y considerados como productores de leche convencional se les paga su sabiduría, su esfuerzo diario alargado por décadas a un insultante precio de 0,78 euros el litro de leche de cabra y 1,20 euros el litro de leche de oveja (De Agosto a Enero porque de febrero a julio es de 0,45 y 0,60 euros respectivamente).
Mientras, sobre el papel, se hace gala de apostar por que dentro de ocho años, toda la producción agrícola y ganadera insular sea ecológica. Contradictoriamente las explotaciones que se fomentan son las extensivas y sin coherencia en cuanto a sostenibilidad.
Me gustaría poner un ejemplo claro para que se pueda entender.
Actualmente existe una granja de ovejas ecológicas en las cercanías de la Cooperativa del Campo en Frontera. En un entorno que poco tiene que ver con el clima que prefiere esta especie.
Es una gran construcción en la que entran con la frecuencia necesaria camiones cargados de millo ecológico y alfalfa importada, más Maralfalfa que existe plantada en los alrededores del helipuerto. 
Podría extenderme muchísimo aportando críticas hacia el sinsentido de la ubicación de la cuadra en una zona escaza de pastos naturales como es Frontera. Tampoco es coherente con los principios de ubicación relativa que contempla la Permacultura porque exige infinidad de desplazamientos y gastos de carburante para traer el pienso y la alfalfa desde la Cooperativa de ganaderos, así como para transportar la leche a la central quesera insular, ubicadas ambas en El Majano. Y menos aun que una granja ecológica esté rodeada por un vertedero de escombros. Alterando la tranquilidad de la cabaña con ruidos y nubes de polvo.
La Maralfalfa es una planta forrajera foránea que ha sido cultivada en la Finca de Los Palmeros. No entiendo cómo puede considerarse como alimento para  un ganado ecológico cuando tiene todas las papeletas para ser considerado un cultivo extensivo.
Para empezar, no contemplan en ningún momento el requisito de rotación de cultivo para evitar el agotamiento de la tierra. Además de ser un cultivo de regadío. Si añadimos que es sobrevolada a diario por el helicóptero y su combustible y que es una planta introducida. Pienso que no hace falta decir mucho más para concluir que desde luego esto no es una apuesta por la biodiversidad local, como así lo recoge la normativa de Producción Ecológica.
Lo antinatural,  “considerado ecológico” es pagado en este caso a  2 euros el Litro de leche de oveja.
No quiero decir con esto que la ganadería en Frontera no tenga sentido. Ya que dentro de un proyecto de sostenibilidad se debe tener en cuenta que esta es una vía para el aprovechamiento de los excedentes vegetales de una zona agrícola tan grande como la que nombramos. Pero desde luego, creo que  debería tenerse  en cuenta la gama de posibilidades que nos encontramos si nos ponemos a elegir. Es decir, desde cochinos, gallinas, conejos…..si de lo que se trata es de sacar rentabilidad a esos excedentes y generar estiércol como fertilizante.
Disparates como estos son los que indignan al pueblo. Hacen que se abandone un sector tan importante como es el Sector Primario. Y lo peor de todo es que el concepto de Sostenibilidad y Ecológico lo  han desfigurado tanto que la gente llana lo rechaza de frente.
El autentico concepto de Desarrollo Sostenible considera ante todo la soberanía alimentaria. Esto es, que lo que se consume y produce  aquí se hace con los recursos de aquí. Sin depender de las importaciones.
También considera la huella ecológica. No puede tener mejor consideración ecológica, la alfalfa importada que  fue cosechada y transportada hasta la isla gastando carburantes, que los pastos naturales que son tomados directamente por el animal o por el ganadero.
No tiene sentido gastar recursos energéticos y acuíferos en regar plantas introducidas cuando nos rodea una biodiversidad autóctona de secano, totalmente adaptada al medio y menos frágil a plagas y totalmente abandonada.
Da la impresión de que nuestro políticos disfrutan jugando a construir modelos inconexos con el entorno mientras abandonan o no hacen frente a responsabilidades más serías y de mayor peso como es reflexionar, modificar y adaptar las normativas sobre Ordenación del Territorio y Bienestar animal para que el desarrollo de estas actividades no esté sólo en manos de los que tienen mucho dinero y grandes extensiones de terreno porque no, son precisamente esos los que anhelan poder ordeñar un litro de leche lleno de dignidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario