miércoles, 8 de junio de 2011

Leer en Diagonal. ¿De qué fuentes bebemos?

Hace unos años se puso de moda esta manera de lectura rápida. En una sociedad que prima la eficacia y el no derroche de recursos y en el que prima la abundancia de información, las técnicas de lectura que tratan de maximizar la velocidad de lectura a costa de la comprensión del contenido se ponen de moda. 
Leer desde la esquina superior izquierda a inferior derecha identificando palabras clave, resaltadas, términos que marcan contenidos concluyentes….hace que ganemos en rapidez y eficacia, muy al estilo de esta sociedad capitalista en el que leer despacio, comprendiendo y disfrutando no es lo que se prima. Opinar en 59‘’; leer tan solo los titulares y las entradillas, los breves; creer que la lectura de la prensa gratuita mañanera da claves para entender la actualidad cuando ninguno de sus artículos tiene mas de tres parrafos…
Y sin embargo yo leo en diagonal. Creado en marzo de 2005, Diagonal es un proyecto de prensa independiente que se basa en varios principios: democracia directa, discurso global y práctica local, autonomía y autogestión, horizontalidad, participación, transformación, etc… De entre todos ellos yo me quedo, para esta equolumna y a modo de homenaje, con el de la independencia económica. Diagonal, desde que nació hace ahora 6 años, siempre ha defendido que su objetivo (y la clave de su éxito editorial y sostenibilidad económica) era conseguir 5.000 suscriptores. Esa cifra mágica ¿útopica? de referencia, se alcanzó el pasado 13 de mayo, en vísperas de las manifestaciones, asambleas, acampadas y de este ímpetu transformador pre y post elecciones. Felicidades. Les siento muy cerca y en cierto modo muy “míos”: Soy uno de los primeros suscriptores, a veces he escrito en sus páginas, desde el GAP (Grupo de Apoyo a Proyectos de Economía al Servicio de las Personas, del que prometo hablar otro día) les apoyamos económicamente al principio de su andadura….
Cierto es que no es ni el único ni el primero: Periodismo Humano, Alandar, el mundo de las radios libres y comunitarias (con su referente al menos en Madrid de la ya callada Onda Verde o radio Klara en Valencia) de televisiones (tele K) son referencia obligada a la hora de hablar de esta comunicación del para por y en el Tercer Sector. En un mundo en el que lo que nos sobra es maneras de estar informado -una vez oí decir a Ramonet, Director de Le Monde Diplomatique, otra referencia necesaria en cuanto a prensa de análisis y con contenido, que la forma moderna y actual que tiene este sistema para ejercer la censura es el bombardeo de información para que no podamos asimilar nada de lo que nos cuentan- leer Diagonal (y no en diagonal) es una manera de poder estar enterado de otras realidades y de tener claves para la lectura y el análisis de lo que está pasando. Denuncian sin deberse a intereses que les hagan callar la boca, proponen alternativas, reflexionan y opinan.
A menudo se dice en la calle que la función de los periodistas es informar con objetividad. Niego la mayor. No creo que exista la información objetiva, como la Historia tampoco lo es. Se cuentan los hechos según la percepción que de ellos tenemos, tamizados por nuestras circunstancias históricas, culturales, personales, ideológicas. Los ciudadanos y ciudadanas esperamos y necesitamos de los medios que nos ayuden a interpretar la realidad, a entenderla mejor, a formarnos opinión. Son las gafas, el microscopio, la ventana por al que miramos al mundo y pueden y deben tener cristales de aumento, coloreados… Por eso creo que lo que hay que exigir a periódicos, cadenas de televisión, emisoras de radio, etc., que tienen líneas editoriales muy marcadas y grupos financiadores muy potentes, es que estos y aquellas sean públicas y conocidas, para poder saber de qué pie cojean. A menudo discuto con mi madre: ella dice “¡Lo ha dicho la radio!” y yo contesto “No. Lo ha dicho la SER”. Lo que no quita para que quizás esté de acuerdo en lo que dice y como lo dice, pero no hay que obviar qué grupo, quienes están detrás, que línea editorial sigue. En ese sentido me gusta cómo lo hace la Cope: Al menos todos sabemos quién está detrás –la Conferencia Episcopal- y por lo tanto qué ideas defienden, que tertulianos opinan. Se podrá estar más o menos de acuerdo, pero dan la cara. De otros no se puede decir lo mismo: se sospecha, se sabe en mayor o menor medida, pero no queda tan claro.
No tengo mucho más que decir hoy. Solo quería escribir unas breves líneas de felicitación a un proyecto de prensa diferente que ha dado un paso más en su independencia económica. Diagonal es un periódico de izquierda, transformador, plural, critico, horizontal. A veces estoy de acuerdo y a veces no, pero cada 15 días lo recibo en casa con expectación y lo leo con cuidado y atención. Leo Diagonal y no en diagonal. Y os animo a hacerlo. Como os animo a hacerlo con otros muchos. Yo los domingos, desde hace ya muchos años, tengo la costumbre de leer tres periódicos: uno mas bien de izquierdas, otro mas bien de derechas y otro que no sé muy bien ahora a quien hace caso, mas allá de a sus propios intereses económicos. A veces escucho cadenas de radio muy alejadas de mis posturas ideológicas (previa concienciación y purificación e ingesta de antiácidos para el estomago). Me lo aconsejo mi amigo Pablo y es muy interesante y aleccionador (no me atrevo a decir formativo) como tratan ciertos temas: los resultados de las elecciones, las movilizaciones del 15M y las acampadas, las nucleares, Cuba, las causas de la crisis….ayuda a formarse como ciudadano critico y transformador. Lo único que me da pena es que a veces supone aumentar sus índices de audiencia y que sus promotores piensen que si les escucho es porque estoy de acuerdo con ellos.

Sobre Carlos Ballesteros

Carlos Ballesteros ha escrito 11 EQUOlumnas.
Nací en Madrid, cosecha del 69. Fui a la Universidad donde me licencié en la Ciencia de la Casa (Ekos-Nomia) rama empresarial. No quise ser un yuppie y decidí seguir estudiando y aprendiendo, así que me quedé en haciendo la tesis doctoral. Luego hice un Master sobre economía social. Aquí sigo, en la Universidad, ganándome las lentejas con mis clases. Comencé a escribir para que otros me leyeran. En 2001 nació mi primer librito Marketing con causa, marketing sin efecto, criticando en él todas esas campañas que ofrecen leche, tabaco, refrescos…solidarios porque dan el 0´7 de sus beneficios a los pobres negritos. Luego vinieron artículos y libros sobre comercio justo, banca ética, consumo responsable...el ultimo es Tu Compra Es Tu Voto (2007, ed. HOAC). Luego de mi paso (15 años) por el movimiento asociativo juvenil, para no aburrirme, participé con otros cuantos en la aventura del restaurante de Comercio Justo Subiendo al Sur, fui secretario de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, fundé el GAP, Grupo de Apoyo a Proyectos de Economía al Servicio de las Personas... Mi aventura actual es ayudar a crecer junto a/con Marta dos proyectos: Martín y Miguel. Pero no nos quedamos sólo en ello. Viajamos por el mundo, hemos creado una Ongd de apoyo a un proyecto de niños con VIH en Kenya, participamos en otra de nombre Casal, estoy . Vivimos en la sierra de Madrid, en un pequeño pueblo a los pies de La Pedriza y tratamos de participar al máximo en su vida económica, política, social y cultural.

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